Dos sacerdotes colombianos identificados como Diego Berrío y Edwin Giraldo Cortez trabajan en una parroquia de Illinois. Originalmente, Diego proviene de Ituango, Antioquia y Edwin de Soacha, Cundinamarca, el primero tiene 39 años y el segundo, 30.
Los sacerdotes fueron vistos por varias personas, cuando tenían su auto estacionado en una calle mientras tenían sexo oral; fue tanto el shock ,que hasta les tuvieron que ir a tocar las ventanas porque no se habían dado cuenta de que habían varias personas mirándolos.
El suceso se dio en una de las calles más recorridas de Miami, se trata de Ocean Drive, contigua a las playas de South Beach, donde hay demasiados lugares comerciales y hasta parques en los que juegan los niños.
Este hecho causó enojo por parte de los espectadores, muchísimo más por tratarse de unos curas, que deberían dar ejemplo, recalca The Miami Herald.
Por este motivo ha sido mayor el escándalo, y además, por haberlo realizado en un lugar público; dice el magistrado Jeffrey Rosinek que esto hace volver al problema, algo muchísimo más grave.
El juez los juzgó por exposición indecente y comportamiento obseno y les propinó una fianza de 250 dólares a Berrío y 500 dólares a Giraldo Cortez. Este último se manifestó urgido por pagarla, ya que debe viajar a Colombia en dos semanas.
los curas pertenecen a la Misión de San Juan Diego en Arlington Heights, periferia ubicada a las afueras de Chicago.