Una insólita situación se presentó en el municipio de Piedecuesta, Santander.
Las puertas del cementerio central no fueron abiertas por orden del cura párroco, dado que antes le tenían que cancelar la suma de $250.000, según lo denunció un ciudadano.
En el video publicado por el denunciante se puede ver a los familiares del difunto en el parque de dicha localidad para pedir ayuda al alcalde, según publicaron medios locales.
Al parecer en el sitio se desentendieron de la situación porque no tienen potestad sobre el cementerio, les advirtieron.
Los familiares finalmente habrían llegado a un acuerdo para lograr darle sepultura al occiso.