Cristóbal Zamora es un joven de 29 años que demuestra que no importan los obstáculos cuando los sueños y las metas están muy bien definidas.
El joven nacido en el municipio de El Charco, Nariño, tuvo que elegir entre su prótesis de pierna o una bicicleta para convertirse en un ciclista paralímpico.
Todo comenzó cuando algunos años atrás, cuando por un enfrentamiento entre la extinta guerrilla de las FARC y el Ejército terminó perdiendo su pierna izquierda.
Según el relato que Zamora le entregó al diario El Tiempo, él perdió su pierna a causa de la negligencia del Ejército y los médicos que no lo quisieron intervenir a tiempo porque pensaba que era un guerrillero.
Por fortuna el testimonio de sus familiares y amigos en El Charco lo hicieron recuperar su buen nombre y demostrar que no era ningún guerrillero, pero ahora, con una pierna, debía seguir adelante con su vida.
“Yo me sentía frustrado al perder la pierna porque iba a ser una carga para mi familia” dijo Zamora al citado medio.
Así es como Cristóbal Zamora cumple su sueño de ser ciclista. Este hombre vendió su prótesis para comprar su propia bicicleta y convertirse en un atleta de alto rendimiento.
Disfrute esta gran historia de superación escrita por @MafeNeira3 aquí >>https://t.co/V9vIQLAItE pic.twitter.com/S8o3ucq1fJ— EL TIEMPO Colombia (@ColombiaET) August 2, 2019
Así pasó Zamora por la ciudad de Cali y Bogotá para tratar de adquirir una prótesis y una fuente de empleo, pero este llegaría al arribar a la ciudad de Cúcuta, donde logró conseguir su prótesis y empleo como vigilante en la Contraloría.
Lamentablemente su contrato como vigilante solo duró 1 año, por lo cual se dedicó a jugar baloncesto en silla de ruedas durante un tiempo.
Cierto día lo vio el entrenador de Atletismo de Santander y le hizo una propuesta que cambiaría su vida.
Zamora pasaba duros momentos, pues ya no tenía dinero para sustentar a su esposa y a su pequeña hija de 2 años.
Cristóbal soñaba con participar en unos juegos paralímpicos, pues desde pequeño siempre tuvo gusto por el deporte, pero debía dejar a su esposa e hija en Cúcuta y mudarse solo a Bucaramanga, al menos mientras adquiría la forma de traerlas consigo.
A pesar de haber logrado triunfos en el baloncesto con Santander, Cristóbal siempre tuvo un gusto particular por las bicicletas, perno no tenía el dinero para conseguir una.
Fue justo cuando tuvo que escoger entre su prótesis o sus sueños. Y en efecto sus sueños ganaron, pues vendió su prótesis y compró una bicicleta de carreras.
“Hablé con alguien que quería compararme la prótesis me pagó 4 millones de pesos. Así pude comprar la bicicleta, le hicimos algunos cambios para adaptarla y poder comenzar a entrenar”
Ahora Cristóbal se prepara para darle un oro a Santander en los próximos Juegos Paranacionales que se realizarán en Cartagena.
Asimismo, espera seguir ganando algo de dinero y continuar en el mundo del ciclismo, así como poder volver a estar al lado de su esposa e hija.