En la mañana del domingo pasado, en la humilde casa de una pareja en el barrio Alfonso López del municipio de Campoalegre, en el Huila, el silencio reinaba.
De hecho, nadie estaba adentro, con vida, y lo único que se escuchó por esas horas fue el celular de Kinmerly García Delgado, de 27 años, móvil que nadie contestó. Quien llamaba insistentemente a ese número era la hermana de Kinmerly, Carolina, preocupada por su paradero.
Según revelarían después las autoridades que llegaron a la vivienda en la tarde del domingo, Carolina logró comunicarse con un vecino de su hermana y le autorizó que entrara a la fuerza a la casa, ya que llamó a la puerta y no le abrieron. Luego de forzar la puerta el hombre entró y corroboró lo peor.
Contra una pared, encontró una gran maleta de viaje y dentro de ella, doblada y rígida, halló el cuerpo sin vida de Kinmerly García Delgado. El comandante de Policía del departamento de Huila, coronel Juan Carlos Restrepo manifestó que las piernas de la víctima estaban envueltas en bolsas, y desmintió el rumor que se regó por todo el municipio, que la joven había sido descuartizada.
Según contaron vecinos de Kinmerly García, la noche del domingo ella se encontraba en compañía de su pareja, un hombre de origen ecuatoriano llamado Irvin Fabián Chiguango Loaiza, a quien señalaron como violento, manipulador y maltratador.
Esa noche hubo música a alto volumen y luego de un par de horas alguien apagó el equipo y todo fue silencio.
“La familia de la joven comenzó a extrañarla, a echarla de menos y el domingo comenzaron a llamarla sin obtener respuestas; la mamá la llamó, sus hermanos, sus vecinos, pero no contestaba”, afirmó a los medios el coronel Juan Carlos Restrepo Moscoso.
El policía añadió además que en el momento la inspección la joven tenía hematomas en los pabellones oculares al igual que muchas heridas producidas con arma blanca en varias partes de su cuerpo.
«Finalmente será Medicina Legal quien determiné cómo murió la mujer”, afirmó el coronel Restrepo.
Dentro de la vivienda no había nadie más, el presunto agresor había huido. Varios medios del Huila revelarían también un audio que la mujer le envío a una amiga en la que le manifestaba su deseo de dejar de vivir con el hombre, alguien celoso y difícil:
“… Nosotros estuvimos hablando de varias cosas, fui sincera con él y creo que me entendió, ya comprendió lo que pasó, y pues sabe que ya no quiero nada con él, y por eso madrugó para irse».
Vecinos también afirmaron que Kinmerly García Delgado vivía con su asesino en Ecuador pero desde hacía varias semanas había vuelto a su pueblo, Campoalegre, para comenzar una nueva vida. Sin embargo el hombre la siguió y la encontró.
Con él pasó la Semana Santa y afirman que hasta ese momento no sospechaban nada: iban a misa y no presentaban conductas extrañas frente a la comunidad.
Fue entonces cuando Kinmerly García le envió a una amiga el mensaje de voz en la que le manifestaba que estaba decidida a no volver con él. Esta determinación habría desatado la ira de Fabián Chiguango Loaiza, quien acabó con su vida en la noche del sábado y luego metió el cuerpo de la mujer dentro de una maleta de viaje.
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