El feminicidio de la joven atleta Jennifer Andrea Plazas Pinilla estremeció al país. Una tarde, su esposo, Andrés Gómez Uriza, la encerró en su casa, no le permitió ir a trabajar y por si fuera poco le negó la posibilidad de darle de comer a su pequeña de 7 años.
No contento con la situación, que tenía al borde de la desesperación a Jennifer, le quitó su vida. El sábado 23 de junio de 2018, el hombre que maltrató a la deportista durante años la asesinó.
De acuerdo con lo que indicaron las autoridades a los medios de comunicación, Gómez Uriza apuñaló a su compañera sentimental y la arrojó por el balcón de su apartamento, ubicado en el octavo piso de la unidad residencial Almería, en Suba, al norte de Bogotá.
Tras arrojar a Jennifer, el presunto homicida se lanzó desde el mismo lugar, intentando terminar con su vida, pero sobrevivió.
El juicio contra Andrés Gómez Uriza
Después de recuperarse de las heridas que le causó la caída, el hombre fue trasladado a la Cárcel Modelo de Bogotá.
Ahora, el sujeto debe responder ante la justicia por el delito de feminicidio agravado.
Ana María Plazas, la hermana de Jennifer, es una de las testigos del caso. Ella deberá narrar ante las autoridades judiciales los maltratos y los golpes que recibió su hermanita durante los nueve años que convivió con Gómez Uriza, informó Noticias Caracol.
Lo más doloroso del caso es que un día antes de su asesinato, Jennifer le envió unos audios a Ana María donde le contó que su esposo la encerró en su propia casa, no le permitió ir a su lugar de trabajo y no la dejó darle comida a su hija de 7 años.
Lo más grave es que Gómez Uriza la amenazó y le dijo que él se quitaría la vida, pero antes terminaría con la de ella.
Sin embargo, los audios que envió Jennifer, no serán tenidos en cuenta por el juez, ya que la Fiscalía no los incluyó como pruebas, precisó Noticias Caracol.
Por eso Ana María será la encargada de testificar en la audiencia que se adelanta por estos días contra Andrés Gómez por feminicidio agravado.
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¿Quién era Jennifer Andrea Plazas Pinilla?
En entrevista con el diario El Tiempo, Ana María Plazas contó que su hermana era una destacada deportista, por eso, su familia guarda como un tesoro las 40 preseas que ganó a lo largo de su vida.
Jennifer era licenciada en deportes de la Universidad Pedagógica Nacional y se desempeñaba como instructora personalizada y era preparadora física de niños.
Además de ser profe, era mamá. Su vida era una pequeña niña de 7 años. Ella era la razón por la que Jennifer soportó hasta el último día, maltratos y humillaciones.
De acuerdo con su familia, Andrés Gómez la amenazaba y le decía que si intentaba dejarlo o lo abandonaba secuestraba a la niña o atentaba contra ella, pero no se quedaría de brazos cruzados, relató El Tiempo.
Incluso, en una oportunidad, cuando Jennifer estaba en los primeros meses de embarazo, Gómez Uriza le agredió físicamente. Los golpes fueron tan fuertes que Medicina Legal le dio 12 días de incapacidad, contó Ana María a Noticias Caracol.
Jennifer había denunciado a Andrés Gómez en varias oportunidades por violencia intrafamiliar, sin embargo, las autoridades no hicieron nada.
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El día del crimen
La noche del viernes 22 de junio de 2018, Jennifer le contó a su hermana mayor que su esposo la estaba agrediendo y la encerró en su propia casa.
Desesperada, le envió varios audios a Ana María, buscando en ella consuelo y ayuda.
Al día siguiente, la hermana mayor de Jennifer y su madre llegaron hasta su casa en Suba, en compañía de la Policía, quien fue alertada por las dos mujeres que buscaban rescatar a la víctima de 29 años.
Sin embargo, Andrés Gómez se negó a abrir la puerta y permitir el ingreso de las autoridades.
Fue en ese momento, en el que apuñaló a Jennifer y la lanzó desde el balcón de su casa.
La madre de la víctima fue testigo del atroz crimen, ella vio cómo su hija cayó al vacío, al igual que el hombre que se la arrebató.
Después de terminar con la vida de Jennifer, Andrés se tiró por el balcón, pero quedó vivo y con varias fracturas en su cuerpo.
Hoy casi un año después de su crimen podría enfrentar una pena de entre 40 y 50 años de cárcel, pero eso solo se sabrá cuando termine su juicio.