Ha pasado más de un año cuando el país se conmovió por el terrible de caso de Yuliana Samboní, cuando Rafael Uribe Noguera llegó hasta el barrio Bosque Calderón en Bogotá y secuestró a la pequeña de 7 años para luego llevarla a su apartamento ubicado en Chapinero Alto, abusar de ella y acabar con su vida.
Uribe Noguera fue capturado horas después, cuando fue trasladado a una clínica de urgencias por una aparente sobredosis de drogas y alcohol y desde entonces, la autoridades han hecho un operativo para determinar el actuar del hombre y las implicaciones de sus hermanos, quienes aparentemente manipularon la escena del crimen.
Catalina y Francisco están siendo investigados para determinar si efectivamente intentaron ayudar a su hermano en este hecho y hoy se llevó a cabo el juicio en su contra donde se presentaron algunas pruebas que no les favorece.
Pruebas encontradas en los celulares de los hermanos Uribe Noguera
Según la hipótesis de las autoridades, durante este lapso de tiempo Rafael se puso en contacto con sus hermanos para que lo ayudaran y ellos se desplazaron hasta el apartamento 603 del edificio Equus 66, donde se encontraba Rafael con el cuerpo de la menor.
Una de las pruebas que encontraron en los teléfonos es la cantidad de llamadas que hay entre los hermanos, pese a que siempre sostuvieron que no se habían podido comunicar conRafael, un análisis de los teléfonos celulares determinó que se registraron 43 llamadas entre Catalina y Rafael entre el 3 y 5 de diciembre de 2016.
Los hechos contra la menor se presentaron el 4 de diciembre del mismo año y según presentaron los abogados, ese día se presentaron la mayoría de las llamadas entre las 4 y las 5:30 de la tarde.
Además, Catalina y Francisco borraron algunas aplicaciones de sus celulares, hecho por el cual la Fiscalía asegura que ese acto es «una prueba que se pudo haber destruido información relevante para el caso, pues a través de estas aplicaciones se comunicaron con Rafael justo después de conocer el terrible hecho».
Los hermanos Uribe Noguera están acusados de haber destruido y ocultado información para desviar la investigación, pero su defensa afirma que «ellos colaboraron con las autoridades y que las aplicaciones que no eliminaron sino que desinstalaron fue por su seguridad» porque recibieron gran cantidad de insultos y amenazas por el crimen de Yuliana Samboní.
La Fiscalía también trata de descifrar qué hicieron los hermanos Uribe Noguera entre las 4:00 p.m. y las 5:30 p.m. y por qué no alertaron a las autoridades de inmediato, sino que esperaron hasta casi las siete de la noche para confirmar que se dirigían a la clínica Monserrat con Uribe Noguera.
Hasta ahora se decidió que los teléfonos celulares de los hermanos serán enviados a Estados Unidos para someterlos a pruebas que revele la actividad de los teléfonos y la información borrada.