Cada día se conocen más pruebas que incriminan a la familia Ambuila en el caso de corrupción en Buenaventura; según la Fiscalía de Colombia es “aberrante y descarado» la forma en la que Ómar Ambuila, jefe del Grupo Interno de Trabajo de Control y Carga de la Dian en la terminal marítima de Buenaventura, actuó haciendo parte de una organización criminal de contrabando dentro de la institución.
Gracias al dinero que ganaba de manera ilícita, permitía que su hija y su esposa vivieran una vida llena de lujos en Miami. La joven, identificada como Jenny Ambulia presumía públicamente en redes sociales una vida de comodidades y excentricidades como un Lamborghini rojo, una camioneta Porsche blanca, viajes, festivales de música y ropa de marca.
Ni Jenny, ni sus padres pudieron demostrar el origen legal de todo el dinero que manejaban, pues las mujeres no tenían actividad económica y Ómar Ambuila ganaba 10 millones de pesos mensuales; además, en las últimas investigaciones, las autoridades descubrieron que las empresas que decían tener como fuente de ingresos tampoco pagaban los millonarios gastos de la familia.
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Por ejemplo, la fábrica de helados Nelatos SAS nació en el 2016 y reportó operaciones anuales por 110 millones de pesos en el 2018 y la comercializadora de juguetes Holyday Detalles no era una gran empresa consolidada como quisieron hacer ver, sino que se trataba de una pequeña tienda en la que se vendían muñecos de felpa y elementos de papelería en la ciudad de Cali.
La familia tampoco pudo justificar la cantidad de dinero que le enviaban a Jenny a Estados Unidos e incluso, llamó la atención el giro de algunas personas que aparecían como supuestos clientes o trabajadores de la empresa Fares Inmobiliaria, la cual está a nombre de Elva Chará y según los informes, registróun incremento injustificado de más de 125 millones de pesos en el 2009 y más sorprendente aún, más de 1.156 millones de pesos en el 2016.
El Tiempo además informó que Ómar Ambuila sospechaba del operativo que se estaba realizando en su contra y en más de una ocasión le pidió a su hija «borrar fotos, videos e incluso sus cuentas de redes sociales para evitar llamar la atención». El periódico reveló algunas llamadas interceptadas por la Fiscalía en las que se escucha cómo el hombre sentía molestia por la forma de ser de su hija en redes sociales.
En una de las llamadas se escucha como Ómar habla con su esposa y le dice que «tiene un serio problema con Jenny porque no quiere cancelar o poner privado sus perfiles de Instagram y Facebook» y revela que ha «tenido problemas con eso porque a la gente le interesa lo que ella hace».
En la siguiente grabación, el hombre bastante molesto le dice a su esposa que «acababa de entrar a Facebook y lo primero que vio fue el carro otra vez» y que de ahora en adelante «Jenny verá que hace porque él no la iba a ayudar para nada».
En ese momento, Elva quien está en compañía de su hija, le pide que por favor ponga privada sus cuentas porque «la gente es muy envidiosa», sin embargo, la joven no hizo caso y siguió dándole pistas a las autoridades de los lujos y excentricidades que se daba en el exterior.