Con tan solo dos libras de peso, Giselle fue una pequeña que nació prematura en el año 2016. Pese a que su estado de salud fue delicado desde el primer momento, nunca tuvo la fortuna de ser cuidada por algún familiar mientras permanecía en las salas de cuidados intensivos luchando por mantenerse con vida.
La pequeña fue trasladada al hospital Franciscan Children’s ubicado en Massachusetts, donde nunca se imaginó que encontraría a la mujer que se convertiría en su madre adoptiva.
An infant did not have any hospital visitors for five months. So nurse Liz Smith (director of nursing at Franciscan Children's hospital in Brighton, Massachusetts) adopted her. https://t.co/hxdkoeiTSx via @mySA
— KatNL ?? (@KatNL) April 4, 2019
Cuando Giselle llegó al hospital, despertó la curiosidad de Liz Smith, quien en ese entonces era la directora de las enfermeras del centro, y un día se encontró con la pequeña en un ascensor, por lo cual preguntó acerca de la bebé y su familia.
The Washintong Post reveló que en ese momento, una de las enfermeras le comentó a Smith que la niña había llegado cinco meses atrás, padeciendo del síndrome de abstinencia neonatal, pues su madre habría sido consumidora de cocaína, heroína y metadona durante su gestación.
Tras conocer su historia, la mujer de 45 años, quien siempre deseó tener su familia propia, se conmovió y decidió adoptar a la bebé sin importar lo difícil que pudiera llegar a ser, pues su único propósito siempre fue seguir “el ejemplo de su madre” que también fue enfermera.
Franciscan Children’s Hospital Director Adopts Baby After No One Visited For 5 Months https://t.co/9yPIVS5ol9 pic.twitter.com/VMAhIQcubF
— Boston Informer (@boston_informer) April 5, 2019
“Esos grandes ojos azules me atraparon desde que la conocí. Sentía que debía cuidarla y amarla por el resto de mi vida.”, afirmó Smith, quien nunca pudo tener su bebé a través de la fertilización in vitro por falta de recursos.
Nunca había contemplado la idea de adoptar un bebé hasta que conoció a la pequeña a quien iba a cuidar todos los días con el objetivo de mantenerla a salvo.
En abril del año 2017 Liz Smith, logró conseguir el permiso que le dejaba llevarse a la niña a su casa, sin embargo, las autoridades le dejaron claro que siempre harían todo lo posible para que la menor se rencontrara con sus padres biológicos.
A pesar de que los padres visitaron a la bebé durante algunas semanas, el estado logró comprobar que eran incapaces de cuidar a la niña y en vista de que no existía otro familiar que se hiciera cargo, le concedieron la custodia total a la enfermera.
Luego de varios meses cuidando de la pequeña Giselle, en octubre de 2018 Smith recibió los papeles que le otorgaban la custodia legal de la menor.
Giselle ahora tiene tres años, adora el queso, el aguacate y la pizza; y lo que es mejor, es feliz en su hogar.
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