«Toad» es un adorable perrito que no oye, ve poco y tiene un olfato defectuoso debido a una malformación que lo convierte en ‘inadoptable’: tiene un pseudo-hocico en una de sus orejas.
«Toad» fue llevado por sus amos a un refugio que trata mascotas con problemas médicos o con malformaciones, ubicado en Oklahoma, Estados Unidos.
Heather Hernández, dijo que cuando se enteraron que el perrito era muy diferente a los demás lo llevaron al refugio para intentar ayudarlo.
«En un principio se mostraba muy agresivo, pero con el paso del tiempo nos conocimos y todo cambió».
El perrito llegó a Hernández debido a que tiene una fundación que se encarga de la adopción de perros con características distintas o con necesidades especiales.
El veterinario que trató la malformación de «Toad» creyó que se trataba de oídos adicionales, «pero cuando lo anestesiamos para esterilizarlo, nos dimos cuenta de la verdad: solo tiene una oreja y dos hocicos».
«Tiene lo que parece un hocico en su oreja. Lo increíble es que saliva por el mismo, por lo que parece una apertura de labios», dijeron en el refugio.
Luego de comprender la deformidad del perrito, los médicos veterinarios del sitio se pusieron a la tarea de profundizar en la misma. Mediante tomografías se enteraron que el par de dientes que muestra su pseudo-hocico provienen directamente del cráneo del perro.
«Hace unos días creíamos que solo tenía dos dientes, pero luego de una limpieza descubrimos además que tenía varios», aseguraron los médicos.
Tuvieron que retirar algunos de los dientes que salían del oído porque se agrietaron y generaba molestias al animal. Los aparentes dolores que sufría comenzaron también a desaparecer.
Luego de varias limpiezas y tratamientos contra el dolor, además de retirar los dientes ‘parásito’, las cosas parecen que mejoran para «Toad».
Sin embargo, los veterinarios no descartan futuras molestias asociadas a su particularidad.