Como para ponerse a llorar es la historia de esta mujer, quien se sometió a un tratamiento estético en el que en vez de mejorar la apariencia de sus cejas, terminó con cuatro.
Todo comenzó como un bello gesto de amor, en donde las hijas de Jami Ledbetter, quisieron regalarle un tratamiento para que se tatuara las cejas, por el poco vello que le crecía en esa zona.
La mujer estadounidense, de 42 años, asistió a un centro estético con un bono de descuento que le regalaron sus hijas. El tratamiento tendría un costo de 250 dólares, que en pesos colombianos sería alrededor de 790.000 pesos.
Como dicen por ahí, lo barato sale caro, pues los resultados no estuvieron ni cerca de lo que ella esperaba. En vez de que su apariencia mejorara y pudiera lucir unas cejas envidiables, quedo con cuatro.
Por mucho que trató de ocultar el imperfecto con maquillaje, ha medida que pasaba el tiempo los resultados empeoraban.
El tratamiento le quemó la piel
De acuerdo con la cadena de noticias Fox 4, el tratamiento conocido como ‘microblandig’ le quemó en exceso la piel, pues la mujer no sabía realizarlo. Para esto utilizaron agujas y cuchillas con las que se supone debían pigmentarlas.
La madre de tres hijas, relató que seis semanas después notó que sus cejas lucían peor y por eso tuvo que buscar ayuda.
Lo sucedido no solo le daño la piel y su aspecto, sino que afectó su autoestima. Ella prefería quedarse en casa que salir a la calle y que los demás no le quitaran la mirada de encima, sumado a esto, el hombre con quien salía la dejó por su apariencia.
Afortunadamente la mujer ahora está asistiendo a varias terapias donde una esteticista para ver si es posible borrar las marcas que quedaron en su frente. Ella espera que con esta nueva técnica, recobre la apariencia que tenía, que aunque no era la que más le gustaba ahora la deseaba.
La nueva mujer que promete cambiarle su vida ha estado en la industria de la belleza desde el 2011 y durante tres años se ha dedicado a borrar tatuajes. Ella le aseguró que no es seguro saber cuanto puede borrarlo o si se borrará completamente, pero lo sí es claro es que de seguro se verá mucho mejor.
«No se lo deseo ni a mi peor enemiga»
Ella afirmó para los medios que eso que está viviendo no se lo desea ni a su peor enemigo y hace un llamado a no entregar su piel y en especial su rostro a cualquier persona. Como víctima de los malos procedimiento quiso hacer su historia pública para que nadie más sufra como ella por culpa de la vanidad y no solo esto, sino por no informarse correctamente.
Cabe aclarar que según informó el medio hay leyes que regulan a los técnicos de maquillaje, en donde les piden 1.200 horas de capacitación y al menos 50 procedimientos realizados donde se pueda verificar la calidad. Aunque estos sitios donde se practican deben certificados y en eso es lo que más fallan.
Cada vez esta industria se está volviendo más popular en todos los países y muchas personas ni siquiera estudian y en un garaje creen poder practicar procedimientos estéticos que atentan contra la salud de los pacientes.
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