Clara Rojas, exrepresentante del Partido Liberal, reveló algunos detalles desconocidos sobre su secuestro de más de 5 años por las Farc. Según contó, durante este tiempo tuvo que vivir experiencias que «no le desea a nadie» y que lo único que la animaba a seguir con vida era su hijo, quien nació en cautiverio.
Durante el tiempo en cautiverio, Clara tuvo que sobrevivir en la selva y con el dolor de no poder continuar con su proyecto de vida; según reveló, a su madre le causó un gran dolor porque en varias ocasiones le dijeron que Clara estaba muerta y que no había esperanzas de que volviera.
Mientras mantenía privada de su libertad, Clara conoció a «Manuel» un guerrillero encargado de vigilar a los secuestrados y del cual se enamoró en secreto, pues en las filas de las Farc estaba prohibido que uno de sus miembros sostuviera relaciones con una secuestrada por miedo a «ayudar a escapar al rehén, como sucedió en contadas ocasiones».
Del hombre poco se sabe y Clara nunca se ha referido al él. Del embarazo reveló que algunos guerrilleros le ayudaron durante su embarazo, parto y cuarentena, pero que no fueron tiempos fáciles porque a su pequeño le dio Leishmaniasis (enfermedad trasmitida por un mosquito y que causa llagas en la piel) pero no había manera para tratarlo en la selva y por esto se llevaron al menor.
“A mi bebé lo sacaron del campamento para prestarle atención médica y me dijeron que me lo devolverían en 15 días, pero pasaron tres años y medio antes de que yo volviera a ver a mi hijo en libertad (…) Emmanuel tenía quemaduras, estaba desnutrido, y una fractura del brazo por el difícil parto que nos tocó afrontar. Estaba al borde de la muerte”, narró Rojas.
Según se conoció, las Farc se llevaron al pequeño donde un campesino para que lo cuidara y este hombre lo llevó a un centro médico en el Guaviare y lo entregó al ICBF, entidad que se hizo responsable del menor hasta que se reencontró con su madre.